1. Tipo de web que vas a crear
Antes de contratar nada, piensa en el tipo de página que vas a montar:
-
¿Será un blog personal?
-
¿Una web corporativa?
-
¿Una tienda online?
Dependiendo del caso, necesitarás más o menos recursos. Un WordPress con 5 páginas no necesita lo mismo que un e-commerce con cientos de productos.
2. Velocidad y rendimiento
Un buen hosting debe ofrecer buenos tiempos de carga. Lo ideal es que tenga discos SSD, optimización para WordPress y un buen sistema de caché. Recuerda: si tu web carga lenta, perderás visitas… y posiciones en Google.
3. Soporte técnico
Antes o después vas a necesitar ayuda. Asegúrate de que el proveedor ofrezca soporte técnico en español, rápido y eficaz. Mejor si está disponible 24/7 y no solo por tickets, sino también por chat o teléfono.
4. Seguridad y copias de seguridad
Asegúrate de que el hosting incluya certificado SSL gratuito (HTTPS), protección contra malware, firewall y copias de seguridad automáticas. La seguridad es fundamental, sobre todo si recoges datos de clientes o vendes productos.
5. Precio real y condiciones claras
Cuidado con las ofertas “1 €/mes” que luego suben a 10 € cuando se renueva. Lee siempre la letra pequeña. Compara precios por el primer año y por renovaciones. Y si es posible, que ofrezca migración gratuita si vienes de otro proveedor.
Conclusión:
Un buen hosting es como los cimientos de una casa: si fallan, todo lo demás se tambalea. Tómate tu tiempo para comparar.